El carro está vacío!
Historia
Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, es la ciudad del Parque Nacional de Las Tablas y de la Motilla del Azuer, conocida también por su Semana Santa y sus iglesias de los siglos XIV y XVI. Junto a una de estas iglesias, la de San Pedro Apóstol, se ubica desde 1927, una farmacia que ya ha visto pasar tres generaciones de farmacéuticos: la Farmacia Villalón.
Ramón Villalón Pinilla
  Inaugura la farmacia el 2 de febrero de 1927 a las 4 de la tarde, siendo bendecida por D. Tiburcio, el párroco de San Pedro Apóstol y asistiendo, como era tradición, el alcalde, el médico, el veterinario y algunos compañeros boticarios, entre otras personalidades, familiares y amigos. Se instala en las habitaciones bajas de la antigua casa de la Calle Estación nº 7, dejando además unas dependencias anexas para un laboratorio. Se dispensa la primera receta a las 9 de la tarde, la cual todavía se conserva.
  Los medicamentos que se vendían eran en su mayoría elaborados por el propio D. Ramón, quien conservaba los principios activos y las hierbas medicinales en botes de vidrio esmerilado y en albarelos de cerámica talaverana, realizados por el renombrado ceramista Juan Ruiz de Luna, todo ello clasificado en estanterías y mobiliario que aún se puede ver en la farmacia. En 1931, D. Ramón Villalón Pinilla, obtuvo el título de Inspector Farmacéutico Municipal, controlando la calidad del agua de Daimiel y de los alimentos que se elaboraban en los establecimientos autorizados. Realiza además análisis clínicos. Cuando estalla la Guerra Civil, la farmacia no es ajena a sus consecuencias: en la Nochebuena de 1936, el sindicato provincial, incauta la farmacia para ponerla a su disposición. En 1971, D. Ramón es nombrado Colegiado de Honor del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real. Fué socio de número de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia y de la Sociedad Española de Bromatología. Fallece en 1976.
D. Ramón Villalón García-Consuegra
 En 1976, D. Ramón Villalón García-Consuegra, se hace cargo de la farmacia. Había estudiado en la Universidad de Granada y trabajado en farmacia militar. Continúa la labor con el mismo entusiasmo y profesionalidad que su padre, dedicando muchas horas a la farmacia y realizando innumerables guardias. La manera de trabajar va cambiando mucho en estos años ya que cada vez hay más medicamentos fabricados por la industria y hay que adaptarse a las continuas leyes que afectan a las farmacias. Por suerte estos cambios se hacen más llevaderos con las apacibles “tertulias de rebotica”, que todavía sobreviven.
 El laboratorio deja de funcionar y ya no se realizan análisis de aguas, aunque las fórmulas magistrales siguen elaborándose cada vez más (pomadas, jarabes, ungüentos, papelillos, etc). Se amplia el almacén de alimentación infantil, con papillas y tarritos, por entonces competencia exclusiva de las farmacias. Los pedidos ya no se hacen por carta sino por teléfono, y se informatiza la farmacia aunque todavía internet está por llegar.
D. Ramón Villalón Casero
 En 2001, D. Ramón Villalón Casero termina los estudios en la Universidad Complutense de Madrid, graduándose con varias matrículas de honor. Continúa sus estudios como investigador en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia, y posteriormente en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Químicas (Universidad de Castilla La Mancha). En 2006 se hace cargo de la farmacia para emprender una nueva etapa de modernización y adaptarla a los nuevos tiempos de informática y marketing, teniendo siempre presente la filosofía que caracteriza a la farmacia: cercanía con el paciente y un servicio profesional.
Reforma la farmacia dotándola de un mayor catálogo de productos y servicios, buscando siempre la calidad de los mismos. En el nuevo local se cuida armonizar la modernidad con la tradición y los orígenes de la farmacia, por lo que dedica espacio a un museo donde se pueden observar el mobiliario y los albarelos originales, se reproduce el artesonado de madera, una vidriera de 8 metros obra del decorador D. Miguel Sánchez Miguel y los azulejos de la fachada de la ceramista Dª Rosario Trujillo. Como reconocimiento a esta trayectoria, la Farmacia Villalón fue galardonada en 2010 con el premio empresarial CEOE-CEPYME a la mejor empresa de tradición familiar. En 2016 empieza la era digital de la farmacia, con la creación de una web, tienda online y redes sociales. Esta historia continúa, y puedes seguirla en nuestro facebook, instagram y el blog, con noticias muy interesantes.
El espíritu de continuidad y de superación hace que la Farmacia Villalón siga creciendo y ofrezca cada vez más servicios a sus clientes. Cuenta hoy con un excepcional equipo de trabajo, se ha adaptado a los protocolos de calidad para formulación magistral, está autorizada para la elaboración de sistemas personalizados de dosificación y cuenta con servicios externalizados como asesoramiento nutricional y dietista, tratamientos profesionales para la piel y el cabello y otros servicios.
La Farmacia Villalón no es un negocio, es un modo de vida que implica a toda la familia desde hace tres generaciones; es un lugar cálido y humano donde los clientes confían en nuestro buen hacer desde hace más de 80 años, compartiendo buenos y malos momentos, confidencias, recuerdos y nuevas ilusiones.